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Itziar Alkorta. Vicerrectora de Calidad e Innovación de la UPV-EHU
En la práctica el estudiante de la UPV-EHU se va a encontrar con un nuevo sistema de titulaciones flexibles y comparables al de otros países europeos. La adopción de un nuevo sistema de crédito común promoverá una mayor movilidad. Pero además hay un cambio muy significativo en las metodologías de enseñanza. El estudiante deja de ser un mero receptor de conocimientos para convertirse de su propio aprendizaje. El estudiante deja de ser un mero receptor de conocimiento para convertirse en protagonistas de su propio aprendizaje. Debe haber un cambio de actitud tanto en el estudiante como en el profesorado.
Las universidades estamos inmersas en la recta final de la aprobación de los nuevos títulos. Las propuestas que salgan de la universidad deben ser evaluadas por las agencias externas que valorarán la calidad de las propuestas y podrán hacer recomendaciones para mejorar. La previsión es que en octubre de 2010 abramos las aulas de primero con las nuevas titulaciones en marcha.
Foto: Iker Merodio.
http://www.flickr.com/photos/ikermerodio/2882745372/
Las universidades están haciendo un esfuerzo muy importante para adaptar los títulos al muevo sistema. Hay que hacer muchos cambios tanto para el diseño de las nuevas titulaciones como en la implantación posterior que requiere capacitar al profesorado en nuevas metodologías, pero la implantación de los créditos europeos requiere también un rediseño de las aulas y de las estructuras de enseñanza-aprendizaje. Todo esto cuesta dinero, es cierto que ha habido fondos extraordinarios y que recientemente las administraciones han anunciado un plan para dotar nuevos fondos, pero no podemos olvidar que debe tratarse de un esfuerzo de financiación sostenido en el tiempo que no se agote con levantar la persiana en octubre de 2010, sino que debe continuar hasta que las titulaciones se acrediten, dentro de seis años, momento en el que la transición debería completarse de forma definitiva.
La universidad ha asumido un reto importante de transformación para atender a las necesidades de una sociedad, cada vez menos industrial, y más volcada en la generación de nuevo conocimiento. Las Administraciones públicas deben apoyar firmemente a la universidad en ese formidable reto, pero también las empresas, el tejido productivo y la sociedad en general, especialmente en un país como el nuestro, que requiere personas formadas en el oficio pero también y cada vez más, personas creativas. Se ha dicho que la universidad no puede convertirse en un centro de FP, y es cierto. La aspiración de mejorar la empleabilidad de los titulados es legítima y debe hacerse, pero al mismo tiempo la universidad no debe ser un mero reflejo de la demanda de la sociedad. La universidad debe aspirar a formar este tipo de personas, que no sean meros técnicos. Hoy más que nunca, la universidad puede hacer uso de su autonomía . No habrá ningún título que no haya sido debatido y aprobado por los distintos órganos universitarios. La definición del mapa de titulaciones de la UPV es nuestra y a nosotros nos toca, en el ejercicio de nuestra autonomía, hacer la propuesta que consideremos mejor para responder a las necesidades de formación de nuestra sociedad. La financiación privada llegará a la universidad si nosotros en el ejercicio de nuestra autonomía así lo consideramos.